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lunes, 27 de agosto de 2012

“Paradigmas estructurales o sociológicos, limitaciones, aportaciones y contrastes de cultura y relación social”

Esta es una colaboración de una estudiante de arqueología llamada Yuliana Menses Bustamante. En el cual nos presenta un ensayo sobre las aportaciones y limitaciones sobre algunos paradigmas culturales.

YULIANA MENESES BUSTAMANTE


“Paradigmas estructurales o sociológicos, limitaciones, aportaciones y contrastes de cultura y relación social”

INTRODUCCIÓN

En el siguiente ensayo crítico hablare de las aportaciones y limitaciones o insuficiencias de los paradigmas estructurales o sociológicos de la cultura. Y hare una comparación de los conceptos de cultura y relación social.

ALBERTO M. CIRESE
Él es estructural y maneja relaciones de poder. Nos hace ver como el etnocentrismo no es factible para estudiar la otredad cultural, ya que se crean prejuicios y no se toma en cuenta que no todas las culturas tienen la misma visión del mundo, lo que sería una aportación de su parte. Así como también el exclusivismo cultural equivaldría al etnocentrismo, solo que este se da en los estratos sociales. También que “la actitud de rechazo al etnocentrismo y la aceptación de la pluralidad de las culturas, suelen ser conceptualizadas bajo la denominación general de relativismo cultural”[1]. Acerca de este concepto de relativismo cultural, nos advierte que puede ser igualmente riesgoso como el de etnocentrismo, ya que al aceptar que todas las culturas son distintas, se puede caer en una ideología en la cual se puede llegar a tomarlas a todas equitativamente. Lo que lleva a enclaustrase en la cultura propia; puesto que todas valen lo mismo, y como toda cultura se aprecia desde su interior, no hay posibilidad de comprender la otredad (Cirese, 1997 (1976 it.), 5).

De todo lo anterior podemos rescatar lo que nos quiere decir; que para el estudio de la cultura no se debe tener una visión etnocentrista y al hacer uso del relativismo cultural se debe ser muy cuidadoso, aunque en cierta parte, desde mi punto de vista, hay que ser un poco etnocentrista al estudiar la cultura, pero este etnocentrismo no debe ser prejuicioso, sino que debe usarse para establecer las diferencias entre culturas. Considero que esta podría ser una deficiencia en el planteamiento de Cirese, además de que si según él dice que no se debe ser etnocentrista y al aplicar el relativismo cultural se puede llegar a caer en algo peor que el etnocentrismo, ¿Qué es lo que sugiere para el estudio de la cultura?. Esta pregunta se responderá a partir de lo siguiente:

“el momento del examen interno de toda cultura es solamente un momento de la investigación general…debe ir acompañada del reconocimiento de las diferencias de hecho…relaciones reales de poder…fuerza económico-política… disponibilidad de medios de conocimiento, control y transformación de la naturaleza”[2] A partir de que menciona las relaciones de poder nos deja más que claro su postura estructural, y se despliega lo que él llama exclusivismo cultural; a la par de los desniveles culturales.

Los desniveles culturales pueden ser externos (en referencia a sociedades primitivas) e internos (estratos subalternos de nuestra propia sociedad) en ambos se observa a relación de poder hegemonía-sujeción (Cirese, 1997 (1976 it.), 11).

Nuestro autor hace especial hincapié en los desniveles culturales internos, los cuales están en relación con tres hechos:

A)   Las dificultades materiales de las comunicaciones.
B)   La discriminación cultural de los estratos hegemónicos respecto a los grupos subalternos.
C)   La resistencia de los estratos periféricos y subalternos a las imposiciones “civilizadoras” de los estratos hegemónicos.

En estos tres puntos se encierra muy bien el por qué surgen los desniveles culturales internos.
Cirese toca los choques que hay en estas relaciones de poder, entre las imposiciones hegemónicas y las resistencias subalternas (Cirese, 1997 (1976 it.), 12).

Con todo lo expresado se puede ver que la aportación es una nueva forma de estudiar a la cultura, poniendo especial atención a las relaciones de poder y estableciendo una conexión entre cultura y sociedad (característica de las corrientes estructurales o sociológicas), pero a mi parecer podría representar también una deficiencia, ya que al crear desniveles dentro de una misma cultura, se podría caer en la separación y por lo tanto se tendrían dos culturas diferentes, puesto que Cirese nos dice que en cada posición (hegemónicos y subalternos) hay cultura propia, es decir, cada cual tiene sus costumbres, tradiciones, creencias, practicas, etc. Haciéndolas ver tan diferentes que ya no se verían como parte de la misma cultura. Dentro de esto entraría en juego el papel del concepto de sociedad y de cultura, pues según mi visión y lo que he podido observar y comprender, pone a la sociedad como base, pues hace ver que dentro de una misma sociedad pueden existir varias culturas; unas “intelectuales” y otras “ignorantes” llenas de supersticiones y practicas inaceptables para los intelectuales. En este caso lo que podría decir que aquí se muestra que la cultura va en función de la sociedad.

PIERRE BOURDIEU

Este autor (también estructural) maneja relaciones de poder y nos dice que el economicismo es una forma de etnocentrismo (Bourdieu, 1991 (1980 fr.), 190), desde aquí se puede apreciar la influencia que tiene de Marx y Luckas. Pero esto no quiere decir que tengan una clara visión marxista, pero si toma en cuenta a la economía.

Empieza por hablarnos del don y del contra-don; expresa que “la operación hace desaparecer las condiciones de posibilidad del no-reconocimiento institucionalmente organizado y garantizado que está en el origen del intercambio de dones”[3]. Lo que nos aporta con esto, es que el intercambio “desinteresado” de dones no es más que una farsa, pues siempre están de por medio los intereses, y aquí entra el trabajo simbólico; el cual crea la gente para poner esta pantalla de “intercambio desinteresado”.

De esto puedo deducir que la cultura es una herramienta para los intereses; según lo planteado, un utensilio que se maneja a conveniencia.

Ahora hablare del capital simbólico, el cual tiene una muy estrecha relación con lo económico y  el prestigio. Para comprenderlo mejor citare lo dicho por el autor:

“El matrimonio se establece casi siempre entre familias ya unidas por toda una red de intercambios anteriores […] en la primera fase[…] las dos familias hagan intervenir, a título de “garantes”, a unos parientes o aliados de gran prestigio, constituyendo el capital simbólico[4]
Claro que esto lo maneja en sociedades con una economía arcaica en la cual se puede ver como se combina lo económico, lo simbólico, el prestigio, la política, etc.

Hasta ahora todo lo que expone Bourdieu para el estudio de la cultura en la sociedad  es una aportación muy útil ya que la economía juega un papel muy importante dentro de la sociedad, pero lo considero una limitación/insuficiencia/otro sinónimo no es lo primordial ya que deja otros aspectos que también se deben tomar en cuenta, además de que, es verdad que la sociedad y la cultura van de la mano pero no se pueden involucrar aspectos sociales concretos para así explicar a la cultura, en este caso la economía, el intercambio de dones en el cual va incluidos los intereses, pero no siempre son del tipo económico o simbólico y no siempre se tiene un interés. ¿Qué pasa cuando no es así? No todos los intercambios llevan de por medio el interés, se puede hacer un obsequio sin esperar nada a cambio; cosa que Bourdieu no toma en cuenta.

Considero que la economía no es la base ni de la cultura ni de la sociedad, es solo parte de estas, y su estudio no se debe centrar en esta; probable deficiencia que encuentro en el planteamiento de Bourdieu.

Otro tema que maneja Pierre es la violencia simbólica. A pesar de que expresa la relación hombre-mujer (dominador-dominado), nos hace comprender de manera muy clara que en la relación dominador-dominado, es como lo dice el autor “el producto de un trabajo continuado (histórico) de reproducción” (Bourdieu, 2000 (1998 fr.), 50). De esto podemos entender que las relaciones sociales se reproducen (un aporte más del autor); esta reproducción se da por diversos factores, pero a fin de cuentas es la sociedad la que los propicia y con ello alimenta la reproducción de las relaciones de poder, una aportación más de el autor.

Nos deja muy en claro que al referirse a violencia simbólica, no busca con ello dejar de lado la violencia física. Al hacer uso del concepto simbólico, no quiere emplearlo de manera literal, y tomar a la violencia simbólica como una violencia “espiritual” y sin efectos reales (Bourdieu, 2000(1998 fr.), 50):

“Esta distinción ingenua, típica de un materialismo primario, es lo que la teoría materialista de la economía de los bienes simbólicos […] tiende a destruir, dejando que ocupe su espacio teórico la objetividad de la experiencia subjetiva de las relaciones de dominación”[5] 
Lo anterior deja más que claro que la violencia simbólica se puede materializar y que si tiene efectos en la reales en las relaciones de poder.

Ahora bien, Pierre dice que la violencia simbólica se establece a partir de la aprobación que el dominado se siente obligado a otorgar al dominador (Bourdieu, 2000 (1998 fr.), 51), es decir; se toma como algo natural. Me atrevería a decir que esta relación de poder es bien vista por la sociedad; pues si cuenta con el consentimiento del dominado, por consiguiente cuenta con la aceptación de la sociedad (que como ya había mencionado antes; es la que reproduce las relaciones sociales), esto es una aportación más del autor, puesto que hace notar algo que está presente en la sociedad; la legitimación de los actos sociales.

Este tema es bastante amplio, y aquí solo se toma la visión sumisa del dominado lo cual es una carencia en la propuesta que nos hace Pierre Bourdieu, puesto que no todos los dominados toman de manera natural su condición, ni aceptan esta relación de poder que los perjudica totalmente. Esta es la parte de la oposición; la cual el dominado al darse cuenta del lugar completamente desventajoso en el que se encuentra se subordina. Pero este aspecto no lo toca el autor lo cual representa una limitación dentro de todo lo que expresa.

MAURICE GODELIER

Este personaje es estructural-marxista, pues maneja relaciones de poder y hace especial énfasis en las relaciones de producción y pone a la infraestructura (economía) como factor determinante en la sociedad.

Comienza presente dos tesis opuestas: la que dice que las ideas mueven al mundo; y su contraria, que expresa que una sociedad no se reduce a las ideas que puedan hacerse sus miembros. A partir de estas dos tesis formula una pregunta: “¿Dónde están, pues, en estos dos casos, la correspondencia entre infraestructura, superestructuras e ideología?” (Godelier, 1989, 153.154) de aquí desglosa y establece que la diferencia entre infraestructura y superestructuras, no es una diferencia entre instituciones, sino entre funciones y que toda relación social, incluye una parte ideal, una parte de pensamiento, (Godelier, 1989, 156), una muy buena contribución para acabar con ese debate que no generaba un conocimiento y lo único que hacía era dividir algo que bien puede complementarse.

Volviendo al tema de la infraestructura y superestructuras, Godelier deja muy en claro el concepto infraestructura como la mezcla de diversas condiciones materiales y sociales que permiten producir y reproducir los medios materiales de la existencia social (Godelier, 1989, 158); con esto se refiere a las relaciones de producción, los medios materiales y las fuerzas productivas, un buen aporte para dejar claro el concepto y no confundirse ni darle otro significado que pueda ser erróneo.

Maurice le presta demasiada atención y le da suma importancia a las relaciones de producción:

“Para nosotros, como para Marx, solo las relaciones sociales de producción constituyen en sentido estricto la estructura económica de la sociedad”[6].

Desde este momento nos queda más que claro su enfoque marxista, y a partir de aquí pone a la infraestructura (economía) como el factor determinante en las relaciones sociales; y las superestructuras y las ideologías; desde mi percepción, como las ideologías (parentesco, religión, política, etc.) que también pueden llegar a cumplir funciones de infraestructura, aunque este enfoque marxista representa una limitación pues basa todo en la economía y lo ve desde este punto, pone a la economía como el fin de todas las relaciones sociales.

Ya que he tocado el tema de lo ideológico, mencionare cuatro aspectos, o como lo llama el autor; funciones del pensamiento y sus representaciones, para distinguir entre lo ideológico y no ideológico. La primera función es la de hacer presente al pensamiento las realidades exteriores al hombre (representar). La segunda función es interpretar la realidad, definir la naturaleza. La tercera es la de organizar las relaciones que mantienen los hombres entre si y con la naturaleza, y la cuarta es la de legitimar o ilegitimar estas relaciones. Estas son maneras de producir sentido (Godelier, 1989, 183). De esto entiendo que es la forma como explicamos la realidad, le damos un sentido, representaciones, una respuesta al por qué de nuestros actos, a las relaciones sociales que tenemos y, por consiguiente que reproducimos (cosa que comparte con Bourdieu; “las relaciones sociales se reproducen”) y estas representaciones pueden dar un valor a un grupo o individuo según la tarea que cumpla, y que le confieren un estatus dentro de la jerarquía social (Godelier, 1989, 180).

A partir de todo lo expresado, podría decir que el principal aporte que hace Godelier es el de relacionar la ideología con la realidad; como los pensamientos e ideas se materializan, poniendo de ante mano a la economía (infraestructura) como conector, ya que hace mucho énfasis en las relaciones de producción y las fuerzas productivas, poniéndolas como el principal objetivo de la sociedad, el fin de todo acto social.

Aunque al hablar de la sociedad y de sus relaciones, se queda solamente como un trabajo más de sociología, dejando un poco de lado a la cultura. Lo que hace que el lector tenga que inferir la participación de esta en la sociedad; claro ejemplo es cuando se menciona a la religión, política, practicas, relaciones de parentesco, etc.

CONTRASTANDO CULTURA Y RELACION SOCIAL

Estos autores toman la parte cosmológica, costumbres, creencias, ritos (Cirese); el conjunto de ideas y pensamientos llevados a la práctica (realidad),  materializados (Godelier) como la cultura. Y la relación social (que es lo que constituye a la sociedad) como la convivencia que mantienen entre individuos y con su entorno, su organización; jerarquías, estratos, instituciones; que forman y reproducen a través del tiempo (Bourdieu) y que todos estos actos sociales se justifican o legitiman (Bourdieu) por medio de la cultura para así mantener vivas las relaciones que convienen a sus intereses. 

CONCLUSIÓN

Estos paradigmas toman en cuenta a la cultura en la sociedad, y ponen a ésta como algo que surge a través de las necesidades o intereses que tiene la sociedad para legitimar, reproducir y mantener las relaciones sociales.


Bibliografía

*BOURDIEU, Pierre, 1991 (1980 fr.), El sentido práctico, Madrid, Taurus Humanidades, (Humanidades/Ciencias Sociales: 335): “El capital simbólico”, pp. 189-204.

*BOURDIEU, Pierre, 2000 (1998 fr.), La dominación masculina, Barcelona, Ed. Anagramas: “La violencia simbólica”, pp. 49-59.
           
*CIRESE, Alberto M., 1997 (1976 it.), Cultura hegemónica y culturas subalternas. Reseña de los estudios sobre el Mundo popular tradicional, México, UAEM-CICS y H: “El concepto de cultura, etnocentrismo y exclusivismo cultural. Pluralidad y relatividad de las culturas, cultura observante y cultura observada” y “Desniveles de cultura internos, estudios demológicos y la representatividad socio-cultural de los hechos folclóricos,” pp. 1-26.

*GODELIER, Maurice, 1989, Lo ideal y lo material. Pensamiento, economías, sociedades, Madrid, Taurus Humanidades: “3. La parte ideal de lo real”, pp. 153-198.



[1] Cirese, Alberto M. 1997 “Cultura hegemónica y culturas subalternas” p. 4
[2] Cirese, Alberto M. 1997 “Cultura hegemónica y culturas subalternas” p. 5
[3] Bourdieu, Pierre, 1991 (1980 fr.) “El sentido práctico”, p. 189
[4] Bourdieu, Pierre, 1991 “El sentido práctico”
[5] Bourdieu, Pierre, 2000 (1998 fr.) “La dominación masculina” p. 50
[6] Godelier, Maurice, 1989, “Lo ideal y lo material” p. 159