Esta es una colaboración de una estudiante de arqueología llamada Yuliana Menses Bustamante. En el cual nos presenta un ensayo sobre las aportaciones y limitaciones sobre algunos paradigmas culturales.
YULIANA MENESES BUSTAMANTE
“Paradigmas estructurales o sociológicos, limitaciones,
aportaciones y contrastes de cultura y relación social”
INTRODUCCIÓN
En el siguiente ensayo crítico hablare de las
aportaciones y limitaciones o insuficiencias de los paradigmas estructurales o
sociológicos de la cultura. Y hare una comparación de los conceptos de cultura
y relación social.
ALBERTO M. CIRESE
Él
es estructural y maneja relaciones de poder. Nos hace ver como el etnocentrismo
no es factible para estudiar la otredad cultural, ya que se crean prejuicios y
no se toma en cuenta que no todas las culturas tienen la misma visión del
mundo, lo que sería una aportación de su parte. Así como también el
exclusivismo cultural equivaldría al etnocentrismo, solo que este se da en los
estratos sociales. También que “la
actitud de rechazo al etnocentrismo y la aceptación de la pluralidad de las
culturas, suelen ser conceptualizadas bajo la denominación general de
relativismo cultural”[1].
Acerca de este concepto de relativismo
cultural, nos advierte que puede
ser igualmente riesgoso como el de etnocentrismo, ya que al aceptar que todas
las culturas son distintas, se puede caer en una ideología en la cual se puede
llegar a tomarlas a todas equitativamente. Lo que lleva a enclaustrase en la
cultura propia; puesto que todas valen lo mismo, y como toda cultura se aprecia
desde su interior, no hay posibilidad de comprender la otredad (Cirese, 1997
(1976 it.), 5).
De
todo lo anterior podemos rescatar lo que nos quiere decir; que para el estudio
de la cultura no se debe tener una visión etnocentrista y al hacer uso del
relativismo cultural se debe ser muy cuidadoso, aunque en cierta parte, desde
mi punto de vista, hay que ser un poco etnocentrista al estudiar la cultura,
pero este etnocentrismo no debe ser prejuicioso, sino que debe usarse para
establecer las diferencias entre culturas. Considero que esta podría ser una
deficiencia en el planteamiento de Cirese, además de que si según él dice que
no se debe ser etnocentrista y al aplicar el relativismo cultural se puede
llegar a caer en algo peor que el etnocentrismo, ¿Qué es lo que sugiere para el
estudio de la cultura?. Esta pregunta se responderá a partir de lo siguiente:
“el
momento del examen interno de toda cultura es solamente un momento de la
investigación general…debe ir acompañada del reconocimiento de las diferencias
de hecho…relaciones reales de poder…fuerza económico-política… disponibilidad
de medios de conocimiento, control y transformación de la naturaleza”[2]
A partir de que menciona las relaciones de poder nos deja más que claro su
postura estructural, y se despliega lo que él llama exclusivismo cultural; a la
par de los desniveles culturales.
Los
desniveles culturales pueden ser externos (en referencia a sociedades
primitivas) e internos (estratos subalternos de nuestra propia sociedad) en
ambos se observa a relación de poder hegemonía-sujeción (Cirese, 1997 (1976
it.), 11).
Nuestro
autor hace especial hincapié en los desniveles culturales internos, los cuales
están en relación con tres hechos:
A) Las
dificultades materiales de las comunicaciones.
B) La
discriminación cultural de los estratos hegemónicos respecto a los grupos
subalternos.
C) La
resistencia de los estratos periféricos y subalternos a las imposiciones
“civilizadoras” de los estratos hegemónicos.
En
estos tres puntos se encierra muy bien el por qué surgen los desniveles
culturales internos.
Cirese
toca los choques que hay en estas relaciones de poder, entre las imposiciones
hegemónicas y las resistencias subalternas (Cirese, 1997 (1976 it.), 12).
Con
todo lo expresado se puede ver que la aportación es una nueva forma de estudiar
a la cultura, poniendo especial atención a las relaciones de poder y
estableciendo una conexión entre cultura y sociedad (característica de las
corrientes estructurales o sociológicas), pero a mi parecer podría representar
también una deficiencia, ya que al crear desniveles dentro de una misma
cultura, se podría caer en la separación y por lo tanto se tendrían dos
culturas diferentes, puesto que Cirese nos dice que en cada posición (hegemónicos
y subalternos) hay cultura propia, es decir, cada cual tiene sus costumbres,
tradiciones, creencias, practicas, etc. Haciéndolas ver tan diferentes que ya
no se verían como parte de la misma cultura. Dentro de esto entraría en juego
el papel del concepto de sociedad y de cultura, pues según mi visión y lo que
he podido observar y comprender, pone a la sociedad como base, pues hace ver
que dentro de una misma sociedad pueden existir varias culturas; unas
“intelectuales” y otras “ignorantes” llenas de supersticiones y practicas
inaceptables para los intelectuales. En este caso lo que podría decir que aquí
se muestra que la cultura va en función de la sociedad.
PIERRE
BOURDIEU
Este
autor (también estructural) maneja relaciones de poder y nos dice que el
economicismo es una forma de etnocentrismo (Bourdieu, 1991 (1980 fr.), 190),
desde aquí se puede apreciar la influencia que tiene de Marx y Luckas. Pero
esto no quiere decir que tengan una clara visión marxista, pero si toma en
cuenta a la economía.
Empieza
por hablarnos del don y del contra-don; expresa que “la operación hace desaparecer las condiciones de posibilidad del
no-reconocimiento institucionalmente organizado y garantizado que está en el
origen del intercambio de dones”[3].
Lo que nos aporta con esto, es que el intercambio “desinteresado” de dones no es
más que una farsa, pues siempre están de por medio los intereses, y aquí entra
el trabajo simbólico; el cual crea la gente para poner esta pantalla de
“intercambio desinteresado”.
De
esto puedo deducir que la cultura es una herramienta para los intereses; según
lo planteado, un utensilio que se maneja a conveniencia.
Ahora
hablare del capital simbólico, el cual tiene una muy estrecha relación con lo
económico y el prestigio. Para
comprenderlo mejor citare lo dicho por el autor:
“El
matrimonio se establece casi siempre entre familias ya unidas por toda una red
de intercambios anteriores […] en la primera fase[…] las dos familias hagan
intervenir, a título de “garantes”, a unos parientes o aliados de gran
prestigio, constituyendo el capital
simbólico”[4]
Claro
que esto lo maneja en sociedades con una economía arcaica en la cual se puede
ver como se combina lo económico, lo simbólico, el prestigio, la política, etc.
Hasta
ahora todo lo que expone Bourdieu para el estudio de la cultura en la
sociedad es una aportación muy útil ya
que la economía juega un papel muy importante dentro de la sociedad, pero lo
considero una limitación/insuficiencia/otro sinónimo no es lo primordial ya que
deja otros aspectos que también se deben tomar en cuenta, además de que, es verdad
que la sociedad y la cultura van de la mano pero no se pueden involucrar
aspectos sociales concretos para así explicar a la cultura, en este caso la
economía, el intercambio de dones en el cual va incluidos los intereses, pero
no siempre son del tipo económico o simbólico y no siempre se tiene un interés.
¿Qué pasa cuando no es así? No todos los intercambios llevan de por medio el
interés, se puede hacer un obsequio sin esperar nada a cambio; cosa que
Bourdieu no toma en cuenta.
Considero
que la economía no es la base ni de la cultura ni de la sociedad, es solo parte
de estas, y su estudio no se debe centrar en esta; probable deficiencia que
encuentro en el planteamiento de Bourdieu.
Otro
tema que maneja Pierre es la violencia simbólica. A pesar de que expresa la
relación hombre-mujer (dominador-dominado), nos hace comprender de manera muy
clara que en la relación dominador-dominado, es como lo dice el autor “el producto de un trabajo continuado
(histórico) de reproducción” (Bourdieu, 2000 (1998 fr.), 50). De esto
podemos entender que las relaciones sociales se reproducen (un aporte más del
autor); esta reproducción se da por diversos factores, pero a fin de cuentas es
la sociedad la que los propicia y con ello alimenta la reproducción de las
relaciones de poder, una aportación más de el autor.
Nos
deja muy en claro que al referirse a violencia simbólica, no busca con ello
dejar de lado la violencia física. Al hacer uso del concepto simbólico, no quiere emplearlo de manera
literal, y tomar a la violencia simbólica como una violencia “espiritual” y sin
efectos reales (Bourdieu, 2000(1998 fr.), 50):
“Esta
distinción ingenua, típica de un materialismo primario, es lo que la teoría
materialista de la economía de los bienes simbólicos […] tiende a destruir, dejando
que ocupe su espacio teórico la objetividad de la experiencia subjetiva de las relaciones
de dominación”[5]
Lo
anterior deja más que claro que la violencia simbólica se puede materializar y
que si tiene efectos en la reales en las relaciones de poder.
Ahora
bien, Pierre dice que la violencia simbólica se establece a partir de la
aprobación que el dominado se siente obligado a otorgar al dominador (Bourdieu,
2000 (1998 fr.), 51), es decir; se toma como algo natural. Me atrevería a decir
que esta relación de poder es bien vista por la sociedad; pues si cuenta con el
consentimiento del dominado, por consiguiente cuenta con la aceptación de la
sociedad (que como ya había mencionado antes; es la que reproduce las
relaciones sociales), esto es una aportación más del autor, puesto que hace
notar algo que está presente en la sociedad; la legitimación de los actos
sociales.
Este
tema es bastante amplio, y aquí solo se toma la visión sumisa del dominado lo
cual es una carencia en la propuesta que nos hace Pierre Bourdieu, puesto que
no todos los dominados toman de manera natural su condición, ni aceptan esta
relación de poder que los perjudica totalmente. Esta es la parte de la
oposición; la cual el dominado al darse cuenta del lugar completamente
desventajoso en el que se encuentra se subordina. Pero este aspecto no lo toca
el autor lo cual representa una limitación dentro de todo lo que expresa.
MAURICE
GODELIER
Este
personaje es estructural-marxista, pues
maneja relaciones de poder y hace especial énfasis en las relaciones de
producción y pone a la infraestructura (economía) como factor determinante en
la sociedad.
Comienza
presente dos tesis opuestas: la que dice que las ideas mueven al mundo; y su
contraria, que expresa que una sociedad no se reduce a las ideas que puedan
hacerse sus miembros. A partir de estas dos tesis formula una pregunta: “¿Dónde
están, pues, en estos dos casos, la correspondencia entre infraestructura,
superestructuras e ideología?” (Godelier, 1989, 153.154) de aquí desglosa y
establece que la diferencia entre infraestructura y superestructuras, no es una
diferencia entre instituciones, sino entre funciones y que toda relación
social, incluye una parte ideal, una parte de pensamiento, (Godelier, 1989,
156), una muy buena contribución para acabar con ese debate que no generaba un
conocimiento y lo único que hacía era dividir algo que bien puede
complementarse.
Volviendo
al tema de la infraestructura y superestructuras, Godelier deja muy en claro el
concepto infraestructura como la mezcla de diversas condiciones materiales y
sociales que permiten producir y reproducir los medios materiales de la
existencia social (Godelier, 1989, 158); con esto se refiere a las relaciones
de producción, los medios materiales y las fuerzas productivas, un buen aporte
para dejar claro el concepto y no confundirse ni darle otro significado que
pueda ser erróneo.
Maurice le presta demasiada atención
y le da suma importancia a las relaciones de producción:
“Para
nosotros, como para Marx, solo las relaciones sociales de producción
constituyen en sentido estricto la estructura económica de la sociedad”[6].
Desde
este momento nos queda más que claro su enfoque marxista, y a partir de aquí
pone a la infraestructura (economía) como el factor determinante en las
relaciones sociales; y las superestructuras y las ideologías; desde mi
percepción, como las ideologías (parentesco, religión, política, etc.) que
también pueden llegar a cumplir funciones de infraestructura, aunque este
enfoque marxista representa una limitación pues basa todo en la economía y lo
ve desde este punto, pone a la economía como el fin de todas las relaciones
sociales.
Ya
que he tocado el tema de lo ideológico, mencionare cuatro aspectos, o como lo
llama el autor; funciones del pensamiento y sus representaciones, para
distinguir entre lo ideológico y no ideológico. La primera función es la de
hacer presente al pensamiento las realidades exteriores al hombre
(representar). La segunda función es interpretar la realidad, definir la
naturaleza. La tercera es la de organizar las relaciones que mantienen los
hombres entre si y con la naturaleza, y la cuarta es la de legitimar o
ilegitimar estas relaciones. Estas son maneras de producir sentido (Godelier,
1989, 183). De esto entiendo que es la forma como explicamos la realidad, le
damos un sentido, representaciones, una respuesta al por qué de nuestros actos,
a las relaciones sociales que tenemos y, por consiguiente que reproducimos
(cosa que comparte con Bourdieu; “las relaciones sociales se reproducen”) y
estas representaciones pueden dar un valor a un grupo o individuo según la
tarea que cumpla, y que le confieren un estatus dentro de la jerarquía social
(Godelier, 1989, 180).
A
partir de todo lo expresado, podría decir que el principal aporte que hace
Godelier es el de relacionar la ideología con la realidad; como los
pensamientos e ideas se materializan, poniendo de ante mano a la economía
(infraestructura) como conector, ya que hace mucho énfasis en las relaciones de
producción y las fuerzas productivas, poniéndolas como el principal objetivo de
la sociedad, el fin de todo acto social.
Aunque
al hablar de la sociedad y de sus relaciones, se queda solamente como un
trabajo más de sociología, dejando un poco de lado a la cultura. Lo que hace
que el lector tenga que inferir la participación de esta en la sociedad; claro
ejemplo es cuando se menciona a la religión, política, practicas, relaciones de
parentesco, etc.
CONTRASTANDO
CULTURA Y RELACION SOCIAL
Estos
autores toman la parte cosmológica, costumbres, creencias, ritos (Cirese); el
conjunto de ideas y pensamientos llevados a la práctica (realidad), materializados (Godelier) como la cultura. Y
la relación social (que es lo que constituye a la sociedad) como la convivencia
que mantienen entre individuos y con su entorno, su organización; jerarquías,
estratos, instituciones; que forman y reproducen a través del tiempo (Bourdieu)
y que todos estos actos sociales se justifican o legitiman (Bourdieu) por medio
de la cultura para así mantener vivas las relaciones que convienen a sus
intereses.
CONCLUSIÓN
Estos
paradigmas toman en cuenta a la cultura en la sociedad, y ponen a ésta como
algo que surge a través de las necesidades o intereses que tiene la sociedad para
legitimar, reproducir y mantener las relaciones sociales.
Bibliografía
*BOURDIEU, Pierre, 1991 (1980 fr.), El
sentido práctico, Madrid, Taurus Humanidades, (Humanidades/Ciencias
Sociales: 335): “El capital simbólico”, pp. 189-204.
*BOURDIEU, Pierre, 2000 (1998 fr.), La
dominación masculina, Barcelona, Ed. Anagramas: “La violencia simbólica”,
pp. 49-59.
*CIRESE, Alberto M., 1997 (1976 it.), Cultura
hegemónica y culturas subalternas. Reseña de los estudios sobre el Mundo
popular tradicional, México, UAEM-CICS y H: “El concepto de cultura,
etnocentrismo y exclusivismo cultural. Pluralidad y relatividad de las
culturas, cultura observante y cultura observada” y “Desniveles de cultura
internos, estudios demológicos y la representatividad socio-cultural de los
hechos folclóricos,” pp. 1-26.
*GODELIER, Maurice, 1989, Lo ideal y lo
material. Pensamiento, economías, sociedades, Madrid, Taurus Humanidades:
“3. La parte ideal de lo real”, pp. 153-198.